NoticiasEspaña Otra vuelta de tuerca con la lengua 10 de diciembre de 20201832 vistas0 Compartir Por Álvaro Jiménez Casas Compartir MADRID — El pasado 19 de noviembre de 2020, el Congreso de los Diputados de España aprobó una nueva ley educativa, que reemplaza la existente del año 2013. Desde la vuelta a la democracia hace poco más de cuatro décadas, España ha tenido ocho normas diferentes, en muchas ocasiones, unidas al color político y al gobierno existente en cada momento. Este último cambio ha traido una gran polémica dado que la nueva ley no recoge, de modo expreso, que el español deba ser una de las lenguas que se utilicen en los colegios. Con la legislación previa (de 2013), que sí lo expresaba, tampoco sirvió realmente para que el castellano fuera un instrumento vehicular en la educación, en la única zona de España, donde no lo ha sido desde hace más de veinte años: Cataluña. En esta región, y gracias a la nueva ley, se permite más aún que el catalán siga siendo la lengua primaria y privilegiada de la educación, dejando las horas de estudio en castellano al total arbitrio del gobierno de la Generalidad de Cataluña. De hecho, con esta nueva regulación, otras zonas bilingües del país pueden seguir los mismos pasos en relación con el porcentaje de horas de instrucción en español en las escuelas. Sin duda, esta ley será recurrida ante el Tribunal Constitucional al infringir el artículo 3 de la Constitución Española de 1978, que establece la oficialidad del castellano en todo el estado y la cooficialidad de éste, con otras lenguas en sus respectivos territorios. Compartir Álvaro Jiménez CasasÁlvaro Jiménez Casas es abogado, periodista madrileño, políglota, interesado en la historia, las relaciones internacionales, los viajes y el descubrimiento de otras culturas. Con una querencia por Filipinas; amante de sus costumbres y de su idiosincrasia; sobre todo de su legado hispano, de sus innumerables islas, de las piedras de Intramuros, de las callejuelas de Vigán, de los atardeceres de Bohol, y de las playas de Siquijor, pero, ante todo, de sus sabores, de sus gentes, de los lazos que unen a su país con la Perla de Oriente y ¡cómo no!, con la lengua nacional histórica de Filipinas: ¡el español!